CRISIS AMBIENTAL GLOBAL
El cambio climático es el más grande desafío al que se enfrenta la humanidad en el siglo XXI. Aunque muchos estarían de acuerdo en afirmar que el mundo actualmente goza de un clima más o menos estable, las grandes inundaciones, las sequías severas, la recurrencia de ciclones tropicales de gran intensidad, el descongelamiento de los glaciales, el adelanto o retraso del invierno, etc., son fenómenos climatológicos reales que hablan por si mismos, y el responsable, según el consenso científico internacional, no es la propia naturaleza, sino el hombre.
La emisión desmesurable de dióxido de carbono (CO2) y otros gases de efecto invernadero, generados por el uso de energías contaminantes en las actividades humanas de producción, distribución y consumo, está sobrepasando la capacidad de absorción del planeta. Entonces el resultado es un aumento inevitable de la temperatura global (que se estima aumente 2 grados en los próximos 50 años), que desencadena una serie de efectos sobre el medio ambiente y por lo tanto en el hábitat de plantas, animales y el hombre de hoy y mañana.
CRISIS AMBIENTAL EN ANCASH
La autoridad regional aseguró estar haciendo de todo para conseguir que las empresas mineras y pesqueras cumplan con las leyes que protegen el medio ambiente. “El pedido del pueblo es que estas compañías dejen de contaminar el ecosistema de las comunidades. Estamos a la espera de obtener una respuesta positiva respecto a las medidas que aplicarán para disminuir el daño que ya causaron a la población”, explicó Álvarez.
Sin embargo, un problema que limita la tarea del gobierno regional para contrarrestar el grave problema de contaminación es la falta de facultades para castigar este delito, las cuales son otorgadas por el Estado. “Hemos fiscalizado a las empresas, pero lo único que podemos hacer es dar un llamado de atención y con eso no se logra nada. No podemos ni clausurarlas porque el gobierno central no nos quiere dar la autoridad”, acusó Álvarez Aguilar.
También advirtió que el Frente de Defensa de Áncash y sus Comunidades podrían tomar control de la situación si el Estado continúa desentendiéndose de la contaminación minera y pesquera que provocan enfermedades a los comuneros donde operan dichas compañías. “Los ancashinos podrían ir a quejarse ante las sedes de APEC sino se les escucha y yo los apoyaré porque únicamente están pidiendo justicia”, acotó.
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